Tratamientos complementarios en el tratamiento contra el cáncer

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Existen muchos tratamientos que dicen ser una cura milagrosa para los pacientes con cáncer, desde máquinas que lo erradican de forma mágica hasta cremas especiales o bebidas. Sin embargo, la Sociedad Americana contra el Cáncer advierte que las historias y testimonios con que estos tratamientos suelen promocionarse, ni la publicidad que utilizan, deben ser tomadas en cuenta como evidencia para comenzar a utilizar estos remedios.

Sin embargo, si existen una serie de terapias o tratamientos complementarios o paliativos que pueden servir para ayudar a mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer y sus familiares. La Organización Mundial de la Salud señala que este tipo de cuidados deben comenzar una vez que se ha diagnosticado a un paciente con la enfermedad, y consisten en “el cuidado total activo del cuerpo, la mente y el espíritu” y en el apoyo a la familia.

El objetivo indiscutible de este tipo de tratamientos es el aliviar el dolor y otros síntomas que son difíciles de sobrellevar por las personas con cáncer. Se trata de prácticas que retoman el valor de la vida y consideran a la muerte como un proceso natural, pero no por ello intentan acelerarla ni retrasarla.
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Estos tratamientos lo que hacen, es dirigir y dar apoyo al paciente y sus familiares para que puedan superar los tratamientos tradicionales y vivir de forma activa y plena.

El Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos, señala que si bien estos método están fuera de la medicina convencional, son técnicas seguras y eficaces. Por ello, recomienda a los pacientes con cáncer que consideran el uso de alguna terapia alternativa o complementaría durante su tratamiento. La única recomendación es que primero se platique de esta opción con su médico u oncólogo.

Existen algunos tratamientos complementarios con mayor aceptación dentro del mundo médico, debido a sus resultados positivos cuando son aplicados de manera conjunta con los tratamientos médicos convencionales como son la quimioterapia o la radioterapia, estos tratamientos son:

Acupuntura: una técnica de origen oriental en la que agujas muy delgadas son insertadas en partes específicas del cuerpo donde hay terminales nerviosas importantes para tratar un número de síntomas, ayudando a aliviar el dolor leve y algunos tipos de náusea producto de la quimioterapia, así como la sequedad de la boca y la calidad de vida en general.
Aromaterapia: consiste en usar sustancias fragantes o también llamadas aceites de esencia, que se destilan de plantas para aliviar síntomas como el estrés, nerviosismo o náuseas.
Terapia artística: es empleada para ayudar a las personas con problema psico-emocionales mediante actividades creativas para expresar sus emociones, como la pintura y el baile.
Biorretroalimentación: tratamiento que usa dispositivos de monitoreo que ayudan a las personas a controlar voluntariamente los procesos físicos que normalmente se controlan de forma automática, tal como el ritmo cardíaco, presión arterial, temperatura, sudoración y tensión muscular.
Meditación: es un estadio emocional en el que la persona que la practica, de preferencia con los ojos cerrados, elimina de la mente todos los problemas, preocupaciones o ideas cotidianas con el objetivo de lograr una concentración o reflexión para relajar el cuerpo y la mente.
Masaje: diversos estudios sugieren que el masaje, realizado en diversas partes blandas del cuerpo, puede reducir los niveles de cargas emocionales negativas, estrés, ansiedad, depresión y dolores físicos.
Terapia musical: con ella se busca mejorar la calidad de vida del paciente y sus pensamientos acerca de su condición, esto a través de la música.
Oración y espiritualidad: según la Asociación Americana del Cáncer, la espiritualidad es generalmente descrita como una concienciación de algo más grande que uno mismo, sin que esto necesariamente tenga que ver con alguna religión en específico.
Tai chi: es un arte marcial de la antigua China en el cual se desarrollan técnicas mentales y corporales que destacan el uso del movimiento, la meditación y la respiración para mejorar la salud y el bienestar, descubriéndose que ha beneficiado la fortaleza de diversas personas.
Yoga: es una técnica muy antigua de hacer ejercicio no aeróbico donde se realizan una serie de posturas precisas y técnicas de respiración, que se ha encontrado reducen los niveles de estrés, depresión, ansiedad en los pacientes con cáncer que lo practican.
La Sociedad Americana Contra el Cáncer recomienda que aparte de consultar con su médico el uso de estas alternativas, si se llega a encontrar con otras opciones no descritas en la lista anterior se pregunte de forma personal si las personas que le ofrecen estos tratamientos son especialistas de la salud, de qué manera se enteró sobre el método, si existen investigaciones científicas que lo respalden, es seguro de aplicar o si podría tener efectos secundarios para el cuerpo.

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